LORCA, EL HOMBRE VESTIDO DE BLANCO (a Federico, en su memoria)

"El verdadero dolor que mantiene despiertas las cosas

es una pequeña quemadura infinita..."

(de "Poeta en Nueva York")

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FEDERICO GARCÍA LORCA

(5 de junio de 1898- medianoche entre 18 y 19 de agosto de 1936)

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Federico en su casa de sueños gitanos, con su buena estrella fusilada antes de tiempo, guardando en los bolsillos una flor granadina, una fuente de aguas bailaoras siempre frescas. Federico, 38 pájaros a merced de los días oscuros. Una sola muerte abrazando a todas en la fosa común de los milagros, esos que nunca regresan, que prohíben olvidar. Tiene voz de ruiseñor aturdido en la madrugada roja, tiene cuerpo de vigía diurno y febril sobre la tierra negra.

Federico no sabe, no puede saber: mañana vendrá la luna y se llevará su poema último.

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