“(Con esta prohibición sobre los ojos
apenas puedo sospechar la luz.)”
(Nolberto Malacalza)
no quiero hablar de la memoria 
ni  de los pájaros de agua
sólo vine a entretejer el porvenir del fuego 
y alumbrar este silencio de abeja
intuyo espectros
en un páramo donde 
la lluvia se desdice
en el nombre de la luz
levanto este paisaje
de mitologías inciertamente oscuras
que repiten el amor
bajo el signo del sueño 
no quiero hablar del abandono
ni  de los pájaros que mueren cada noche
sólo vine a develar el lamento de la piedra
a cambio de unos ojos 
          inesperadamente abiertos
 
