aquí   señores   
se lleva el rictus como fiebre ensayada
se lleva el rictus como fiebre ensayada
                  otro fue el limbo 
donde las manos violaban el pan 
antes que la lucha 
les mordiera el sollozo
aquí 
nos arden 
la santidad en alquiler 
las casas donde habita el río 
el aroma trivial que dice la avenida
urgen 
las viejas glorias de acero
salvan 
los barcos de patria doliente
aquí   señores
la historia nos apedrea el corazón
no existen oráculos ni retaguardias
aquí
sólo nos duerme el desaliento
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