aquí señores
se lleva el rictus como fiebre ensayada
se lleva el rictus como fiebre ensayada
otro fue el limbo
donde las manos violaban el pan
antes que la lucha
les mordiera el sollozo
aquí
nos arden
la santidad en alquiler
las casas donde habita el río
el aroma trivial que dice la avenida
urgen
las viejas glorias de acero
salvan
los barcos de patria doliente
aquí señores
la historia nos apedrea el corazón
no existen oráculos ni retaguardias
aquí
sólo nos duerme el desaliento
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1 comentario:
Hola amiga, qué bien has descripto a nuestra ciudad... "la historia nos apedrea el corazón", muy bueno...
Cariños
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